La peste nos miró.
Unos se encararon,
the first ones en subir fotos
a la madre Instagram.
Otros, lamedores de telebasura,
vaciaron sus almas de escrúpulo
e inteligencia,
llenaron los frigos para aprobar
el test de paz en la guerra
con políticos con preocupación
de Photoshop.
La peste nos miró y quizás
se vaya con la indiferencia
de los que mueren. Un repartidor
de mierdas varias se ha caído
en el grito de histeria colectiva;
nos hemos quedado
sin pizza para la última cena
y las sucesivas .
La peste será entrevistada
en horas de máxima audiencia.
La peste nos quiere, es buena…
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